sábado, 6 de octubre de 2012

La Naturaleza e Influencia de los Testimonios - 33

A MEDIDA que se acerca el fin, y la obra de dar la última amonestación al mundo se extiende, se vuelve más importante para los que aceptan la verdad presente el tener clara comprensión de la naturaleza e influencia de los Testimonios, que Dios en su providencia ha ligado con la obra del mensaje del tercer ángel desde su mismo nacimiento. En las siguientes páginas se dan extractos de lo que he escrito durante los últimos cuarenta años, con relación a mi propia experiencia en esta obra especial, con el fin de presentar también lo que Dios me ha revelado acerca de la naturaleza e importancia de los Testimonios, la manera en que son dados, y cómo deben ser considerados.
"Fue poco después de transcurrir la fecha de 1844, cuando me fue dada mi primera visión. Estaba visitando a una amada hermana en Cristo, cuyo corazón estaba unido al mío. Cinco de nosotras estábamos arrodilladas en silencio en el altar de la familia. Mientras estábamos orando, el poder de Dios descendió sobre mí como nunca lo había sentido antes. Me parecía estar rodeada de luz, y estar elevándome siempre más de la tierra." 1 En esta ocasión tuve una visión de lo que sucedería a los creyentes adventistas, la venida de Cristo, y la recompensa que habría de ser dada a los fieles.
"En una segunda visión, que no tardó en seguir a la primera, me fueron mostradas las pruebas por las cuales debía pasar y que sería mi deber ir y relatar a otros lo que Dios había revelado. Me fue mostrado que mis labores encontrarían gran oposición, y que mi corazón sería desgarrado por la angustia, pero que la gracia de Dios bastaría para sostenerme a través de todo. La enseñanza de esta visión me afligió grandemente; 214 porque me indicaba el deber de ir entre la gente y presentar la verdad."
"Un gran temor que me oprimía consistía en que si obedecía el llamamiento del deber, y salía declarándome favorecida del Altísimo con visiones y revelaciones para la gente, podría ceder a una exaltación pecaminosa, y elevarme por encima de la posición que me correspondía ocupar, atrayendo sobre mí el desagrado de Dios y perdiendo mi propia alma. Tenía ante mí varios casos como los que he descrito, y mi corazón rehuía esta penosa prueba.
"Rogué entonces que si debía ir y relatar lo que el Señor me había mostrado, fuese preservada del ensalzamiento indebido. Dijo el ángel: "Tus oraciones han sido oídas, y serán contestadas. Si ese mal que temes te amenaza, la mano de Dios se extenderá para salvarte; por la aflicción te atraerá a sí mismo, y conservará tu humildad. Entrega el mensaje fielmente. Persevera hasta el fin y comerás del fruto del árbol de la vida y beberás del agua de la vida."*
En ese tiempo había fanatismo entre algunos de los que habían creído el primer mensaje. Pero albergaban graves errores de doctrina y práctica, y algunos estaban dispuestos a condenar a todos los que no aceptasen sus opiniones. Dios me reveló esos errores en visión, y me mandó a sus hijos que erraban para declarárselos, pero al cumplir este deber encontré acerba oposición y oprobio.
"Era una gran cruz para mí relatar a los que erraban lo que me había sido mostrado acerca de ellos. Me causaba gran angustia ver a otros afligidos o agraviados. Y cuando estaba obligada a declarar los mensajes, con frecuencia los suavizaba, y los hacía aparecer tan favorables para la persona como podía, y luego me apartaba a solas, y lloraba en agonía de espíritu. Miraba a aquellos que tenían tan sólo su propia alma que cuidar, y pensaba que si me hallase en su condición 215 no murmuraría. Era difícil relatar los claros y penetrantes testimonios que Dios me daba. Yo miraba ansiosamente el resultado, y si las personas reprendidas se levantaban contra el reproche, y más tarde se oponían a la verdad, surgían estas, preguntas a mi mente: ¿Di el mensaje como debía haberlo hecho? ¿No habría habido alguna manera de salvarlos? Y entonces oprimía mi alma tanta angustia que con frecuencia me parecía que la muerte sería una mensajera bienvenida, y la tumba un suave lugar de descanso.
"No comprendía el peligro y el pecado de una conducta tal, hasta que en visión fuí llevada a la presencia de Jesús. Me miraba con ceño, y apartó su rostro de mí. Es imposible describir el terror y la agonía que sentí entonces. Caí sobre mi rostro delante de él, pero no pude pronunciar una sola palabra. ¡Oh, cuánto anhelaba estar amparada y oculta de ese ceño terrible! Entonces pude comprender, en cierto grado, cuáles serán los sentimientos de los perdidos cuando clamen a los montes y a las peñas: "Caed sobre nosotros, y escondednos de la cara de Aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero."*
"Pronto un ángel me ordenó que me levantara, y difícilmente puede describirse la escena que vieron mis ojos. Delante de mí había una compañía cuyos cabellos y ropas estaban desgarrados, y cuyos rostros eran el mismo retrato de la desesperación y el horror. Se acercaron a mí, y restregaron sus ropas contra las mías. Al mirar mis vestidos, vi que estaban manchados de sangre. Volví a caer como muerta a los pies de mi ángel acompañante. No podía presentar una sola excusa, y anhelaba estar lejos de ese lugar santo. El ángel me alzó, y dijo: "Este no es tu caso ahora, pero esta escena ha pasado delante de ti para hacerte saber cuál será tu situación si descuidas el declarar a otros lo que el Señor te ha revelado."* Con esta solemne amonestación presente, salí a decir a la gente 216 las palabras de reproche e instrucción que Dios me diera.
TESTIMONIOS PERSONALES
Los mensajes que me eran dados para diferentes personas los escribía frecuentemente para ellas, haciéndolo en muchos casos a su pedido urgente. A medida que mi obra se extendía, esto venía a ser una parte importante y pesada de mis labores. Antes de la publicación del Testimonio 15, me habían sido enviados muchos pedidos de testimonios, escritos por aquellos a quienes había aconsejado o reprendido; pero me hallaba en un estado de gran agotamiento, por causa de mis pesados trabajos, y rehuía la tarea, especialmente cuándo sabía que algunas de esas personas eran muy indignas, y había muy poca esperanza de que las amonestaciones dadas produjesen cambio decidido alguno en ellas. En este tiempo fuí grandemente animada por el siguiente sueño:
"Una persona me trajo una pieza de tela blanca, y me pidió que cortase de ella vestidos para personas de todos los tamaños y de todas las descripciones de carácter y circunstancias de la vida. Se me dijo que los cortase, y los colgase de modo que estuviesen listos para ser hechos cuando se pidiesen. Obtuve la impresión de que muchas de aquellas personas para quienes debía cortar vestiduras eran indignas. Pregunté si ésta sería la última pieza de tela que habría de cortar, y se me dijo que no; que tan pronto como se hubiese terminado ésta, habría otras que debería atender. Me sentía desalentada por la cantidad de trabajo que tenía delante de mí, y declaré que había estado dedicada a cortar vestidos para otros durante más de veinte años, y que mis trabajos no habían sido apreciados y que no veía que hubiesen logrado mucho beneficio. Hablé la persona que me traía la tela de una mujer en particular, para la cual me había ordenado cortar un vestido. Declaré que no lo apreciaría, y que sería una pérdida de tiempo y de materiales 217 regalárselo. Era muy pobre, de intelecto inferior, desaseada en su costumbres, y pronto lo ensuciaría.
"La persona replicó: "Corta los vestidos. Este es tu deber. La pérdida no es tuya, sino mía. Dios ve no como el hombre ve. El te indica el trabajo que quiere que hagas, y no sabes qué prosperará, si esto o aquello."
" Entonces alcé mis manos, callosas por el largo uso de las tijeras, y declaré que no podía menos que rehuir el pensamiento de continuar esa clase de trabajo. La persona volvió a repetir:
" Corta los vestidos. No ha llegado todavía el momento de tu relevo".
"Con sentimiento de gran cansancio me levanté para emprender mi trabajo. Delante de mí había tijeras nuevas pulidas, que empecé a usar. En seguida me abandonaron mis sentimientos de cansancio y desaliento. Las tijeras parecían cortar casi sin esfuerzo de mi parte, y corté vestido tras vestido con comparativa facilidad."*
Hay muchos sueños que provienen de las cosas comunes de la vida, con los cuales el Espíritu de Dios no tiene nada que ver. "Hay también falsos sueños, como hay falsas visiones, que son inspiradas por el espíritu de Satanás. Pero los sueños del Señor están clasificados en la Palabra de Dios con las visiones, y son tan ciertamente los frutos del Espíritu de profecía como las visiones. Los tales sueños, teniendo en cuenta a las personas que los tienen, y las circunstancias en las cuales son dados, contienen sus propias pruebas de veracidad."*
Puesto que la instrucción y amonestación dadas en los testimonios para los casos individuales se aplicaban con igual fuerza a muchos otros que no habían sido señalados especialmente de esta manera, me pareció que era mi deber publicar los testimonios personales para beneficio de la iglesia. En el Testimonio No. 15, 218 hablando de la necesidad de hacer esto, dije: "No conozco ninguna manera mejor de presentar mis visiones de los peligros y errores generales, y el deber de todos los que aman a Dios y guardan sus mandamientos, que dando estos testimonios. Tal vez no hay manera más directa y vigorosa de presentar lo que el Señor me ha mostrado." *
En una visión que me fue dada el 12 de junio de 1868, me fue mostrado algo que justificaba plenamente mi conducta al publicar los testimonios personales: "Cuando el Señor elige casos individuales, y especifica sus errores, otros, que no han sido mostrados en visión, suponen frecuentemente que ellos están en lo recto, o casi. Si uno es reprendido por un mal especial, los hermanos y las hermanas deben examinarse cuidadosamente a sí mismos para ver en qué han faltado, y en qué han sido culpables del mismo pecado. Deben poseer el espíritu de confesión humilde. Si otros creen que tienen razón, no por esto resulta así. Dios mira el corazón. El está probando las almas de esta manera. Al reprender los males de uno quiere corregir a muchos. Pero si dejan de aceptar el reproche y se lisonjean de que Dios pasa por alto sus errores porque no los señala a ellos especialmente, engañan sus propias almas, y quedarán envueltas en las tinieblas, y serán dejadas a su propio camino, para seguir la imaginación de su propio corazón.
"Muchos están obrando falsamente con su propia alma, y están en gran manera engañados acerca de su verdadera condición delante de Dios. El emplea los medios y modos que mejor sirven a su propósito, para probar lo que está en el corazón de los que profesan seguirle. Presenta claramente los errores de algunos, para que otros puedan ser amonestados, y rehuyan esos errores. Por el examen propio pueden descubrir que están haciendo las mismas cosas que Dios condena en otros. Si realmente desean servir a Dios y temen ofenderle, no esperarán que sus pecados sean especificados 219 antes de hacer confesión y volver al Señor con humilde arrepentimiento. Abandonarán las cosas que han desagradado a Dios, según la luz que ha sido dada a otros. Si, por el contrario, los que no andan bien ven que son culpables de los mismos pecados que han sido reprendidos en otros, y sin embargo, continúan en la misma conducta falta de consagración porque no han sido nombrados especialmente, hacen peligrar su propia alma, y serán llevados cautivos por Satanás según su voluntad."*
"Me fue mostrado que en la sabiduría de Dios los errores y pecados de todos no serían revelados... Estos testimonios individuales se dirigen a todos los culpables, aunque sus nombres no estén incluidos en el testimonio especialmente dado; si las personas pasan por alto y cubren sus propios pecados porque sus nombres no han sido mencionados especialmente, Dios no las prosperará. No podrán adelantar en la vida divina, sino que se hundirán siempre más en las tinieblas hasta que la luz del cielo les sea completamente retraída."*
En una visión que me fue dada hace como veinte años, "me fue ordenado que presentara principios generales, al hablar y escribir, y al mismo tiempo especificara los peligros, errores y pecados de algunas personas, para que todos pudiesen ser amonestados, reprendidos y aconsejados. Vi que todos deben escudriñar su corazón y vida detenidamente, para ver si no han cometido los mismos errores por los cuales otros fueron corregidos, y si las amonestaciones dadas para otros no se aplican a su propio caso. Si así sucede, deben sentir que las reprensiones y el consejo fueron dados especialmente para ellos, y deben darles una aplicación tan práctica como si se les hubiesen dirigido especialmente. . . . Dios quiere probar la fe de todos los que aseveran seguir a Cristo. El probará la sinceridad de las oraciones de todos aquellos que aseveran desear fervientemente conocer su deber. Les 220 presentará claramente su deber. Les dará amplia oportunidad de desarrollar lo que está en su corazón".*
EL OBJETO DE LOS TESTIMONIOS
"En los tiempos antiguos Dios habló a los hombres por la boca de los profetas y apóstoles. En estos días les habla por los testimonios de su Espíritu. Nunca hubo un tiempo en que Dios instruyera a su pueblo más fervientemente de lo que lo instruye ahora acerca de su voluntad, y de la conducta que quiere que siga."*
"El Señor ha visto propio darme una visión de las necesidades y errores de su pueblo. Por doloroso que me haya sido, he presentado fielmente a los ofensores sus faltas y los medios de remediarlas.... Así ha pronunciado el Espíritu de Dios amonestaciones y juicios, aunque sin retener la dulce promesa de misericordia. . . .
"Los pecadores arrepentidos no tienen motivo para desesperar porque se les recuerden sus transgresiones y se les advierta su peligro. Estos mismos esfuerzos hechos en su favor demuestran cuánto los ama Dios y desea salvarlos. Tienen tan sólo que seguir su consejo y hacer su voluntad para heredar la vida eterna. Dios presenta los pecados de sus hijos errantes para que puedan contemplarlos en toda su enormidad a la luz de la verdad divina. Entonces les incumbe el deber de renunciar a ellos para siempre." "Si el pueblo de Dios quiere reconocer su manera de tratar con él y aceptar sus enseñanzas, hallará una senda recta para sus pies, y una luz que lo conducirá a través de las tinieblas y el desaliento."*
"Las amonestaciones y los reproches no son dados a los que yerran entre los adventistas del séptimo día porque su vida merezca más censura que la de los que profesan ser cristianos en las iglesias nominales, ni porque su ejemplo o sus actos sean peores que los 221 de los adventistas que no quieren obedecer los requerimientos de la ley de Dios; sino porque tienen gran luz, y han asumido por su profesión la posición de pueblo especial y escogido de Dios, teniendo su ley escrita en su corazón. Ellos significan su lealtad al Dios del cielo obedeciendo las leyes de su gobierno. Son representantes de Dios en la cierran cualquier pecado que haya en ellos los separa de Dios, y de una manera especial deshonra su nombre, dando a los enemigos de su santa ley ocasión de vilipendiar su causa y su pueblo, al que ha llamado a ser linaje escogido, real sacerdocio, gente santa, para que manifiesten las alabanzas de Aquel que los ha llamado dé las tinieblas a su luz admirable....
"El Señor reprende y corrige a aquellos que profesan guardar su ley. Les señala sus pecados y les revela su iniquidad, porque desea que se separen de todo pecado e iniquidad, a fin de poder perfeccionar la santidad en su temor. . . Los reprende y corrige, a fin de que sean refinados, santificados, elevados, y finalmente exaltados a su propio trono."*
"He estado revisando los testimonios dados para los observadores del sábado, y me asombra la misericordia de Dios y su cuidado por su pueblo al darles tantas amonestaciones, señalando sus peligros, y presentándoles la exaltada posición que él quiere que ocupen. Si quieren mantenerse en su amor y separarse del mundo, derramará sobre ellos sus bendiciones especiales, y hará resplandecer su luz en derredor de ellos. Su influencia para el bien podrá sentirse en todo ramo de la obra, y en todas partes del campo del evangelio. Pero si dejan de alcanzar el propósito de Dios, y continúan teniendo tan poco sentido del carácter exaltado de la obra como en lo pasado, su influencia y ejemplo resultarán una maldición terrible. Harán daño, y solamente daño. La sangre de las almas preciosas será hallada sobre sus vestiduras."
222
NO HAN DE REEMPLAZAR A LA BIBLIA
El siguiente extracto de un testimonio publicado en 1876 demostrará que los Testimonios no fueron publicados para reemplazar a la Biblia:
"El Hno. R- quiere confundir los ánimos tratando de hacer aparecer que la luz que Dios me ha dado por medio de los Testimonios es una adición a la Palabra de Dios; pero así da una falsa idea sobre el asunto. Dios ha visto propio atraer de este modo la atención de este pueblo a su Palabra, para darle una comprensión más clara de ella."* La Palabra de Dios basta para iluminar la mente más obscurecido, y puede ser entendida por los que tienen deseos de comprenderla. Pero no obstante todo eso, algunos que profesan estudiar la Palabra de Dios, se encuentran en oposición directa a sus más claras enseñanzas. Entonces, para dejar a hombres y mujeres sin excusa, Dios da testimonios claros y señalados, trayéndolos de vuelta a la Palabra que han descuidado de seguir."* "La Palabra de Dios abunda en principios generales para la formación de hábitos correctos de vida, y los testimonios, generales y personales, han sido calculados para atraer su atención más especialmente a esos principios." *
El 3 de abril de 1871, este asunto me fue presentado en un sueño. Me parecía estar asistiendo a una reunión importante, en la cual había mucha gente congregada. "Muchos estaban postrados delante de Dios en ferviente oración, y parecían estar muy preocupados. Importunaban al Señor con súplica por luz especial. Algunos parecían agonizar en espíritu; sus sentimientos eran intensos; con lágrimas clamaban en alta voz por ayuda y luz. Nuestros hermanos más eminentes estaban en esta escena muy impresionante. El Hno. S. estaba postrado sobre el suelo, aparentemente en profunda angustia. Su esposa estaba sentada entre un grupo de indiferentes burladores. Parecía 223 que ella deseaba que todos supiesen que despreciaba a los que así se humillaban.
"Soñé que el Espíritu del Señor vino sobre mí, y me levanté entre lloros y oraciones y dije: El Espíritu del Señor Dios está sobre mí. Me siento instada a deciros que debéis comenzar por trabajar individualmente por vosotros mismos. Estáis esperando de Dios y deseando que él haga una obra que os ha dejado a vosotros para hacer. Si queréis hacer vosotros mismos la obra que sabéis que debéis hacer, Dios os ayudará cuando necesitéis ayuda. Habéis dejado sin hacer las mismas cosas que Dios os dejó a vosotros. Habéis estado invitando a Dios a hacer vuestra obra. Si hubieseis seguido la luz que os ha sido dada, haría brillar más luz sobre vosotros; pero mientras descuidáis los consejos, las amonestaciones y reproches que os ha dado, ¿cómo podéis esperar que Dios os dé más luz y bendiciones que descuidaríais y despreciaríais? Dios no es hombre; no puede ser burlado.
"Tomé la preciosa Biblia, y la rodeé con los varios Testimonios para la Iglesia, dados para el pueblo de Dios. Aquí se tratan, dije yo, los casos de casi todos. Son señalados los pecados que han de rehuir. El consejo que desean puede encontrarse aquí, dado para otros casos similares. A Dios le ha agradado daros línea tras línea y precepto tras precepto. Pero pocos de entre vosotros saben realmente lo que contienen los Testimonios. No estáis familiarizados con las Escrituras. Si os hubieseis dedicado a estudiar la Palabra de Dios, con un deseo de alcanzar la norma de la Biblia y la perfección cristiana, no habríais necesitado los Testimonios. Es porque habéis descuidado el familiarizaros con el Libro inspirado de Dios por lo que él ha tratado de alcanzaros mediante testimonios sencillos y directos, llamando vuestra atención a las palabras de la inspiración que habéis descuidado de obedecer, e invitándoos a amoldar vuestra vida de acuerdo con sus enseñanzas puras y elevadas. 224
"El Señor quiere amonestaros, reprenderos, aconsejaros, por medio de los testimonios dados, y grabar en vuestra mente la importancia de la verdad de su Palabra. Los testimonios escritos no son dados para proporcionar nueva luz, sino para impresionar vívidamente en el corazón las verdades de la inspiración ya reveladas. El deber del hombre hacia Dios y sus semejantes ha sido especificado distintamente en la Palabra de Dios. Sin embargo, son pocos entre vosotros los que obedecen a la luz dada. No son sacadas a relucir verdades adicionales; sino que Dios ha simplificado por medio de los Testimonios las grandes verdades ya dadas, y en la manera que ha elegido, las ha presentado a la gente, para despertar e impresionar su mente con ella, a fin de que todos queden sin excusa.
"El orgullo, el amor propio, el egoísmo, el odio, la envidia y los celos han obscurecido las facultades de percepción, y la verdad, que debiera haceros sabios para salvación, ha perdido su poder de encantar y dominar la mente. Los mismos principios esenciales de la piedad no son comprendidos, porque no hay hambre ni sed del conocimiento de la Biblia, de la pureza de corazón y santidad de la vida. Los Testimonios no han de empequeñecer la Palabra de Dios, sino exaltarla, y atraer los ánimos a ella, para que pueda impresionar a todos la hermosa sencillez de la verdad.
"Dije además: Así como la Palabra de Dios está rodeada de estos libritos y folletos, os ha rodeado Dios de consejos, reproches, amonestaciones y palabras de ayuda. Aquí estáis clamando delante de Dios, en la angustia de vuestras almas, pidiendo más luz. Dios me ha autorizado para deciros que ningún otro rayo de luz resplandecerá por medio de los Testimonios sobre vuestra senda, hasta que hagáis uso práctico de la luz que ha sido dada. El Señor os ha rodeado de luz; pero no la habéis apreciado; la habéis pisoteado. Mientras algunos han despreciado la luz otros la han descuidado; o la han seguido, pero con indiferencia. Unos pocos han dedicado su corazón a obedecer la luz. 225
"Algunos que han recibido amonestaciones especiales por medio de los Testimonios, han olvidado en pocas semanas el reproche dado. Los testimonios dados a algunos han sido repetidos varias veces, pero no los han creído de suficiente importancia para escucharlos cuidadosamente. Han sido para ellos fábulas ociosas. Si hubiesen considerado la luz dada, habrían evitado pérdidas y pruebas que consideran duras y severas. Ellos son los únicos a quienes deben censurar. Han puesto sobre su cuello un yugo que encuentran gravoso. No es el yugo que Cristo ha puesto sobre ellos. El cuidado y el amor de Dios fueron ejercitados, en su favor; pero sus almas egoístas, perversas e incrédulas no pudieron discernir su bondad y misericordia. Se apresuran confiando en su propia sabiduría hasta que son abrumados de pruebas y confundidos por la perplejidad, y quedan entrampados por Satanás. Cuando recojáis los rayos de luz que Dios os ha dado en lo pasado, entonces habrá un aumento de luz.
"Los refería los hijos de Israel. Dios les había dado su ley; pero el pueblo no quiso obedecerla. Luego les dio ceremonias y ritos, para que por su cumplimiento, pudiesen recordar a Dios. Pero propendían de tal manera a olvidarle a él y sus derechos sobre ellos, que era necesario mantener sus mentes agitadas para que comprendiesen sus obligaciones de obedecer y honrar a su Creador. Si hubiesen sido obedientes y se hubiesen deleitado en guardar los mandamientos de Dios, no se habría requerido la multitud de ceremonias y ritos.
"Si el pueblo que profesa ser ahora el tesoro peculiar de Dios obedeciese sus requerimientos, según se especifican en su Palabra, no habrían sido dados testimonios especiales para despertarlos a su deber, e impresionarlos con su estado pecaminoso y el terrible peligro que corren al descuidar de obedecer la Palabra de Dios. Las conciencias han sido embotadas, porque la luz ha sido puesta a un lado, descuidada y despreciada. . . . 226
"Uno se puso a mi lado, y dijo: 'Dios te ha suscitado y te ha dado palabras destinadas al pueblo y a alcanzar los corazones, como no han sido dadas a ninguna otra persona. El ha dado forma a tus testimonios para hacer frente a los casos que necesitan ayuda. No debes dejarte conmover por el desprecio, las burlas, la irrisión, el reproche y la censura. A fin de ser el instrumento especial de Dios, no debes apoyarte en nadie, sino fiar solamente en él, y, como el pámpano que se aferra a su soporte, aferrarte a él. El hará de ti un medio por el cual comunicará su luz al pueblo. Debes obtener diariamente fuerza de Dios, para estar fortalecida, a fin de que las cosas que te rodeen no empañen ni eclipsen la luz que él ha permitido que brille sobre su pueblo por tu medio. El objeto especial de Satanás consiste en evitar que esta luz llegue al pueblo de Dios, que tanto la necesita en medio de los peligros de estos postreros días.
"Tu éxito reside en tu simplicidad. Tan pronto como te apartes de ella, y amoldes tus testimonios para satisfacer la opinión de cualquiera, tu poder desaparecerá. En esta época, casi todo es superficial e irreal. El mundo abunda en testimonios dados para agradar y encantar por el momento, y ensalzar al yo. Tu testimonio es de carácter diferente. Ha de descender a las cosas pequeñas de la vida, para impedir que la débil fe muera, y grabar en los corazones de los que te oyen la necesidad de resplandecer como luces en el mundo.
"Dios te ha dado tu testimonio, para presentar al apóstata y al pecador su verdadera condición, y la inmensa pérdida que sufre continuando en una vida de pecado. Dios ha impresionado esto en tu mente abriendo tu visión, como no lo ha hecho con ninguna otra persona que viva ahora, y según la luz que te ha dado, te tendrá por responsable. No es con poder ni con ejército, sino con mi Espíritu, dice Jehová de los ejércitos. Alza tu voz como trompeta, y muestra a mi
227 pueblo sus, transgresiones, y a la casa de Israel sus pecados".*
USO ERRÓNEO DE LOS TESTIMONIOS
Algunos de los que creen en los Testimonios, han errado queriendo imponerlos indebidamente a otros. En el tomo 1, número 8, se halla un testimonio que trata de este punto. "Había algunos en . . . que eran hijos de Dios, y sin embargo dudaban de las visiones. Otros no habían presentado oposición, pero no se atrevían a asumir una actitud decidida al respecto. Algunos eran escépticos, y habían tenido suficientes motivos para ello. Las falsas visiones y manifestaciones de fanatismo y los malos frutos que habían seguido, habían ejercido influencia sobre la causa en . . . , contribuyendo a crear recelos acerca de todo lo que llevase el nombre de visiones. Todas estas cosas debieran haberse tenido en cuenta y ejercitado prudencia. No debiera disciplinarse ni corregirse a aquellos que nunca han visto a la persona que tiene visiones, y que no tienen conocimiento personal de la influencia de las visiones. Tales personas no deben quedar privadas de los beneficios y privilegios de la iglesia, si su conducta cristiana es correcta en otras cosas. . . . "Me fue mostrado que algunos podrían recibir las visiones publicadas, juzgando al árbol por sus frutos. Otros son como Tomás, que dudaba; no pueden creer los testimonios publicados, ni recibir evidencias por el testimonio de otro, sino que deben ver y tener la evidencia por su cuenta. Los tales no deben ser puestos a un lado, sino que debe manifestarse larga paciencia y amor fraternal para con ellos hasta que finalmente se decidan en pro o en contra. Si combaten las visiones, de las cuales no tienen conocimiento; si llevan su oposición hasta luchar- contra aquello en lo cual no tienen experiencia, . . . la iglesia puede saber que no están en lo correcto."* 228
"Algunos de nuestros hermanos habían tenido larga experiencia en la verdad, y durante años habían estado familiarizados conmigo y mi obra. Habían comprobado la veracidad de los Testimonios, y aseverado su fe en ellos. Habían sentido la poderosa influencia del Espíritu de Dios descansar sobre ellos para testificar de su veracidad. Me fue mostrado que si los tales, cuando eran reprendidos por medio de los Testimonios, se levantaban contra ellos y obraban secretamente para menoscabar su influencia, habría que obrar fielmente con ellos; porque su conducta haría peligrar a aquellos que carecían de experiencia."*
"El primer número de los Testimonios publicados, contiene una amonestación contra el empleo imprudente de la luz que ha sido dada por este medio al pueblo de Dios."* Declaré que algunos habían asumido una conducta imprudente, cuando al hablar de su fe a los incrédulos, habían leído de mis escritos la prueba que se les había pedido, en vez de acudir a la Biblia para obtenerla. Me fue mostrado que esta conducta era inconsecuente, y que llenaría a los incrédulos de prejuicios contra la verdad. Los Testimonios no pueden tener valor para aquellos que no saben nada de su espíritu. No debe hacerse referencia a ellos en tales casos.
Otras amonestaciones concernientes al uso de los Testimonios han sido dadas de vez en cuando como sigue:
"Algunos de los predicadores están muy atrasados. Profesan creer los testimonios dados, y algunos hacen mal al erigirlos en regla de hierro para aquellos que no han tenido experiencia con referencia a ellos, pero no los practican ellos mismos. Han recibido repetidos testimonios, que han despreciado completamente. La conducta de los tales no es consecuente."* "Vi que muchos habían aprovechado lo que Dios había mostrado acerca de los pecados y errores ajenos.
229 Habían tomado el extremo significado de lo que había sido mostrado en visión, y luego le habían dado tanto apremio que tendía a debilitar la fe de muchos en lo que Dios había revelado, y también a desalentar y descorazonar a la iglesia."*
El enemigo aprovechará cuanto pueda emplear para destruir las almas. "Han sido dados testimonios en favor de personas que ocupaban puestos importantes. Comienzan bien llevando las cargas y desempeñando su parte en relación con la obra de Dios. Pero Satanás las persigue con sus tentaciones, y quedan finalmente vencidas. Al mirar otros su conducta equivocada, Satanás sugiere en su mente que debe haber un error en los testimonios dados para estas personas, de lo contrario estos hombres no se habrían demostrado indignos de desempeñar una parte en la obra de Dios."
Así surgen dudas acerca de la luz que Dios ha dado. "Lo que puede decirse de algunos hombres en ciertas circunstancias, no puede decirse de ellos en otras. Los hombres son moralmente tan débiles y supremamente egoístas, tan llenos de suficiencia propia, y se engríen tan fácilmente, que Dios no puede obrar en relación con ellos; y los deja mover como a ciegas, y manifestar tan grande debilidad e insensatez, que muchos se asombran de que tales personas hayan sido aceptadas una vez y reconocidas como dignas de tener relación con la obra de Dios. Esto es precisamente lo que Satanás quería. Era su objeto desde el tiempo en que las tentó especialmente a atraer oprobio a la causa de Dios, y arrojar sombra sobre los Testimonios. Si hubiesen permanecido donde su influencia no se hubiera sentido especialmente sobre la causa de Dios Satanás no los habría asediado tan ferozmente; porque no podría haber logrado su propósito usándolos como instrumentos suyos para hacer una obra especial."* 230
HAN DE JUZGARSE POR SUS FRUTOS
"Júzguense los Testimonios por sus frutos. ¿Cuál es el espíritu de su enseñanza? ¿Cuál ha sido el resultado de su influencia? "Todos los que desean hacerlo, pueden familiarizarse con los frutos de estas visiones. Durante diecisiete años, Dios ha considerado propio dejarlas sobrevivir y fortalecerlas contra la oposición y las fuerzas de Satanás, y la influencia de los agentes humanos que han ayudado a Satanás en su obra."*
"O está Dios enseñando a su iglesia, reprendiendo sus errores, fortaleciendo su fe, o no lo está haciendo. La obra es de Dios, o no lo es. Dios no hace nada en sociedad con Satanás. Mi obra. . . . lleva la estampa de Dios, o la del enemigo. No hay punto medio en el asunto. Los Testimonios son del Espíritu de Dios, o del diablo."*
A medida que el Señor se ha manifestado por el espíritu de profecía, han pasado delante de mí "lo pasado, lo presente y lo futuro. Me han sido mostrados rostros que nunca había visto, y años más tarde los conocí cuando los vi. He sido despertada de mi sueño con una sensación vívida de asuntos previamente presentados a mi mente; y he escrito a media noche cartas que han cruzado el continente, y, llegando en un momento de crisis, han evitado gran desastre a la causa de Dios. Esta ha sido mi obra durante muchos años. Un poder me ha impelido a reprobar y reprender males en los cuales no había pensado. ¿Es esta obra de los últimos treinta y seis años de lo alto, o de abajo?"*
Cristo amonestó a sus discípulos: "Y guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, mas de dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Cógense uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol lleva buenos frutos; mas el árbol maleado lleva malos frutos. No puede el buen árbol llevar malos frutos, 231 ni el árbol maleado llevar frutos buenos. Todo árbol que no lleva buen fruto, córtase y échase en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis." Esta es una prueba que todos pueden aplicar si quieren. Los que realmente desean conocer la verdad hallarán bastante evidencia para creer.
HAY QUIENES DUDAN DE LOS TESTIMONIOS
"Es el plan de Satanás debilitar la fe del pueblo de Dios en los Testimonios." "Satanás sabe cómo hacer sus ataques. Obra sobre las mentes para excitar los celos y la desconformidad para con aquellos que están a la cabeza de la obra. Luego se ponen en duda los dones; y por supuesto, más tarde tienen poco peso, y las instrucciones dadas por medio de las visiones son despreciadas". Luego sigue el escepticismo en cuanto a los puntos vitales de nuestra fe, los puntales de nuestra posición, y a continuación la duda en cuanto a las Santas Escrituras, y la marcha descendente hacia la perdición. Cuando se ponen en duda los testimonios en los cuales se creía una vez y se renuncia a ellos, Satanás sabe que los seducidos no se detendrán con esto, y él redobla sus esfuerzos hasta lanzarlos en abierta rebelión, que se vuelve incurable, y acaba en la destrucción."* "Cediendo a las dudas y la incredulidad acerca de la obra de Dios, y albergando sentimientos de desconfianza y celos crueles, se están preparando para la seducción completa. Se levantan con amargos sentimientos contra aquellos que se atreven a hablar de sus errores y reprender sus pecados."*
Un testimonio para ciertos jóvenes, publicado por primera vez en 1880, habla de este punto como sigue: "Un escepticismo prevaleciente continúa creciendo con referencia a los testimonios del Espíritu de Dios; y estos jóvenes estimulan las dudas y cavilaciones en vez de suprimirlas, e ignoran el espíritu, el poder y la fuerza de los testimonios."* 232
Me fue mostrado que muchos tienen tan poca espiritualidad que no comprenden el valor de los Testimonios o su verdadero objeto. Hablan con ligereza de los Testimonios dados por Dios para beneficio de su pueblo, y los juzgan dando su opinión y criticando esto y aquello, cuando sería mejor haber, puesto la mano sobre los labios, y haberse postrado en el polvo; porque no aprecian el espíritu de los Testimonios, porque conocen tan poco del Espíritu de Dios."*
UNA DISTINCIÓN INJUSTIFICADA
Algunos han asumido la actitud de que las amonestaciones, cauciones y reproches dados por el Señor mediante su sierva, a menos que vengan por medio de una visión especial para algún caso individual, no deben tener más peso que los consejos y amonestaciones de otras fuentes. En algunos casos se ha dicho que al dar un testimonio para las iglesias o las personas, yo había escrito inducida por cartas recibidas de miembros de la iglesia. Ha habido quienes sostenían que los testimonios que pretendían ser dados por el Espíritu de Dios eran simplemente la expresión de mi propio juicio, basado en información obtenida en fuentes humanas. Esta declaración es completamente falsa. No obstante, si en respuesta a alguna pregunta, declaración o pedido de las iglesias o personas, se escribe un testimonio presentando la luz que Dios ha dado concerniente a ellas, el hecho de que haya surgido de esta manera no le resta en forma alguna validez ni importancia. He transcripto del Testimonio 31 algunos párrafos que tratan directamente de este punto:
"¿Qué sucedía con el apóstol Pablo? Las noticias que recibió de la casa de Cloe acerca de la condición de la iglesia de Corinto fueron las que le indujeron a escribir su primera epístola a aquella iglesia. Le habían llegado cartas privadas declarando los hechos tales como existían, y en respuesta trazó los principios generales que, si se seguían, corregirían los males 233 existentes. Con gran ternura y sabiduría, exhortó a todos a hablar las mismas cosas a fin de que no hubiese divisiones entre ellos.
"Pablo era un apóstol inspirado; sin embargo el Señor no le reveló en todas las ocasiones la condición de su pueblo. Los que se interesaban en la prosperidad de la iglesia, y veían penetrar los males, le presentaron el asunto, y gracias a la luz que había recibido previamente, él estaba preparado para juzgar el verdadero carácter de esos sucesos. Los que estaban buscando realmente la luz no rechazaron su mensaje como si fuese una carta común, porque el Señor no le había dado una nueva revelación para aquel tiempo especial. De ningún modo. El Señor le había mostrado las dificultades y peligros que se levantarían en las iglesias, para que cuando surgiesen, supiese tratarlos.
"Había sido designado para defender la iglesia; debía velar por las almas como quien debía dar cuenta a Dios; ¿no debiera haber prestado atención a los informes concernientes a su estado de anarquía y división? Por cierto que sí; y el reproche que él les mandó fue escrito bajo la inspiración del Espíritu de Dios tanto como cualquiera de sus epístolas. Pero cuando estos reproches vinieron, algunos no quisieron ser corregidos. Asumieron la actitud de que Dios no les había hablado por medio de Pablo, que él les había dado simplemente su opinión como hombre, y consideraron su propio juicio tan bueno como el de Pablo. Así también sucede con muchos de nuestros hermanos que se han apartado de los antiguos hitos, y que han seguido su propio sentimiento."*
Cuando nuestro pueblo asume esa actitud, las amonestaciones y consejos especiales de Dios por medio del espíritu de profecía no pueden tener influencia en ellos para obrar una reforma en la vida y el carácter. El Señor no da una visión para hacer frente a cada emergencia que se levante en las diferentes actitudes de su pueblo en el desarrollo de su obra. Pero 234 él me ha mostrado que fue la manera de tratar con su iglesia en las edades pasadas, impresionar la mente de sus siervos escogidos con las necesidades y peligro de su causa y de las personas, e imponerles la carga del consejo y la amonestación.
Así en muchos casos Dios me ha, dado luz acerca de defectos peculiares de carácter en miembros de la iglesia, y de los peligros que corre la persona y la causa si estos defectos no se suprimen. En ciertas circunstancias hay peligro de que se desarrollan fuertemente y se confirmen malas tendencias, perjudicando la causa de Dios, y arruinando a la persona. A veces, cuando peligros especiales amenazan la cansa de Dios o a individuos en particular, me llega una comunicación del Señor, en un sueño o una visión de la noche, y estos casos me son presentados vívidamente. Oigo una voz que me dice: "Levántate y escribe; estas almas están en peligro." Obedezco al impulso del Espíritu de Dios, mi pluma traza su verdadera condición. Mientras viajo, y estoy delante de los hermanos en diferentes lugares, el Espíritu del Señor me recuerda claramente los casos que me han sido mostrados, reviviendo el asunto que me fue mostrado anteriormente.
Durante los últimos cuarenta y cinco años el Señor me ha estado revelando las necesidades de su causa, y los casos de diferentes personas en todos los aspectos de la vida, mostrando dónde y cómo habían dejado de perfeccionar el carácter cristiano. Me ha sido presentada la historia de centenares de casos, indicándoseme claramente lo que Dios aprueba, y lo que Dios condena. Dios me ha mostrado que si se sigue cierta conducta, o se albergan ciertos rasgos de carácter, se producirán ciertos resultados. Así me ha estado preparando y disciplinando a fin de que pudiese ver los peligros que amenazan a las almas, e instruir y amonestar a sus hijos, renglón tras renglón, precepto tras precepto, a fin de que no ignorasen los designios de Satanás y pudiesen escapar a sus trampas. 235
La obra que el Señor me ha impuesto especialmente, consiste en instar a jóvenes y ancianos, sabios e ignorantes a escudriñar las Escrituras por sí mismos; inculcar en todos el hecho de que el estudio de la Palabra de Dios expandirá la mente y fortalecerá toda facultad, haciendo idóneo el intelecto para luchar con los problemas de la verdad, profundos y abarcantes; asegurar a todos que el claro conocimiento de la Biblia supera a todo otro conocimiento en cuanto a hacer del hombre lo que Dios quería que fuese. " El principio de tus palabras alumbra; hace entender a los simples."* Con la luz comunicada por el estudio de su Palabra, con el conocimiento especial dado de los casos individuales entre su pueblo bajo todas las circunstancias y en todas las fases de la vida ¿puedo yo estar ahora en la misma ignorancia, la misma incertidumbre mental y ceguera espiritual que al principio de mi ministerio? ¿Dirán mis hermanos que la Hna. White ha sido una alumna tan torpe que su juicio en esta dirección no es mejor que antes de que entrase en la escuela de Cristo, para ser preparada y disciplinada para una obra especial ? ¿ No soy más inteligente acerca de los deberes y peligros del pueblo de Dios que aquellos a quienes nunca han sido presentadas estas cosas? No quisiera deshonrar a mi Hacedor admitiendo que toda esta luz, toda la manifestación de su gran poder en mi obra y experiencia ha sido inútil, que no ha educado mi juicio ni me ha preparado para su obra.
Cuando veo a hombres y mujeres que adoptan la conducta, o albergan los mismos rasgos que han puesto en peligro a otras almas y herido la causa de Dios, y que el Señor ha reprendido vez tras vez, ¿cómo puedo sino sentir alarma? Cuando veo almas tímidas cargadas con el sentimiento de sus imperfecciones, y sin embargo luchando concienzudamente para hacer lo que Dios ha dicho que es correcto, y sé que el Señor aprueba sus fieles esfuerzos, ¿no hablaré una palabra 236 de aliento a esos pobres corazones temblorosos? ¿ Callaré porque cada caso individual no me ha sido señalado en visión directa?
Dios me ha dado una notable y solemne experiencia en relación con su obra; podéis tener la seguridad de que mientras tenga vida, no cesaré de elevar una voz de amonestación según sea impresionada por el Espíritu de Dios, quieran o no los hombres oírla o tolerarla. No tengo sabiduría especial en mi misma; soy tan sólo un instrumento en las manos del Señor para hacer la obra que él me ha asignado. Las instrucciones que he dado por pluma o voz han sido una expresión de la luz que Dios me ha dado. He, presentado los principios que el Espíritu de Dios ha estado impresionando durante años en mi mente y escribiendo en mi corazón.
Y ahora, hermanos os suplico que no os interpongáis entre mí y el pueblo, para desviar la luz que Dios quiere que llegue a él. No quitéis por vuestras críticas toda la fuerza, toda la agudeza y poder de los Testimonios. 237

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